Acerca de Dorothy Day

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Nacida en Brooklyn, Nueva York, el 8 de noviembre de 1897, Dorothy Day creció en el área de la bahía de San Francisco y en Chicago. Sus primeros años de vida estuvieron marcados por la pasión por la escritura y un agudo sentido de la justicia social. Comenzó sus estudios en la Universidad de Illinois pero los abandonó para perseguir sus sueños como escritora.


En Nueva York Day trabajó como periodista en periódicos socialistas, participó en movimientos de protesta y entabló amistad con artistas y escritores. También pasó por fracasos amorosos, un intento de suicidio y un aborto, experiencias que aprovechó para escribir una novela.

Durante esos años de bohemia, la joven Day se encontró cara a cara con un vacío, una soledad que más tarde reconoció como un anhelo de Dios. Cuando productores de Hollywood compraron los derechos de la novela de Day, ella compró una casita junto al mar en Staten Island. Allí vivió felizmente con su pareja, Forster Batterham. Sin embargo, Batterham rechazaba tanto el matrimonio como la religión, mientras que Day se sentía cada vez más atraída por la Iglesia católica como la "Iglesia de los pobres".


Cuando dio a luz a una hija en 1926, en su gran alegría, Day se volvió hacia Dios en señal de gratitud. Su fe echó raíces. Como describió más tarde en su autobiografía espiritual, La larga Soledad, su decisión de bautizar a su hija Tamar y de entrar ella misma en la Iglesia supuso el fin de su matrimonio de hecho.

Al principio, Day luchó por encontrar su lugar como católica. Mientras cubría la Marcha del Hambre de 1932 en Washington, D.C., a la edad de 35 años, lamentó la ausencia de la Iglesia que, en su opinión, debería haber estado al frente de la marcha. En el Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción escribió más tarde: "ofrecí una oración especial, una oración que llegó con lágrimas y angustia, para que se me abriera algún camino para utilizar los talentos que poseía para mis compañeros trabajadores, para los pobres". Al día siguiente conoció a Peter Maurin, inmigrante francés y antiguo Hermano de La Salle. Maurin la introdujo en la doctrina social de la Iglesia y en su propia visión de "una nueva sociedad dentro del cascarón de la vieja".


El 1 de mayo de 1933, en plena Gran Depresión, Maurin y Day lanzaron el periódico Catholic Worker. En pocos años la tirada del periódico se disparó y surgieron docenas de casas del Catholic Worker por todo el país. Los miembros del movimiento adoptaron un estilo de vida sencillo ("pobreza voluntaria") y atendieron a personas pobres y sin hogar.


El movimiento del Catholic Worker también se vio marcado por el compromiso inquebrantable de Day con el pacifismo. Escribió mordazmente sobre la devastación causada por las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki y protestó contra las armas nucleares. Participó en acciones no violentas con el movimiento por los derechos civiles, el movimiento contra la guerra de Vietnam y la Unión de Campesinos. Durante las décadas siguientes escribió, viajó, dio conferencias y animó a la gente a practicar las Obras de Misericordia.


La peregrinación de Day terminó el 29 de noviembre de 1980 en Maryhouse, una casa del Catholic Worker para mujeres sin techo en Nueva York. Tras su muerte, el historiador David O'Brien la definió como "la figura más importante, interesante e influyente de la historia del catolicismo estadounidense".

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